"Kamasutra" Milo Manara |
Este verano he tenido un
amante. Uno de los que no se intimidan por la altura de mis tacones, ni por la
gravedad de mi tono de voz. Uno de esos que no se escandalizan cuando les pido
que me hagan, de los que no paran haciendo de la una y media de la madrugada,
mi hora canalla.
Llevo desde la
adolescencia despidiéndome a finales de agosto del que tocara. Del melodrama
juvenil he pasado a una bacanal en la que las únicas arcadas salen de mi
garganta. Teniendo en cuenta qué es lo que no me deja respirar ni tragar,
apuesto a que este amante no se queja.. Seis semanas repletas de sexo. Mes
y medio absolutamente salvaje.
Dame toda la literatura
que merece haber sido mi amante.
Quiero esa lengua
paseándose de arriba abajo. Horada con los dedos cada agujero hasta que esté
tan mojada que asuste... No me dejes cerrar las piernas y aguántame hasta el
final.
Hagamos de este polvo un
gran polvo. Juntos. Los dos. Metiéndomela en la boca entera y de un
bocado. A mí la carne me gusta jugosa y henchida. Así, como ésta que es tuya y
que ahora hago mía.
Por mucho que me ataras,
por más que me compartieras, por todas y cada una de las veces en las que
fuimos infieles haciendo del sexo algo que no fuera un secreto. Esta noche esto
se acaba.
Así que fóllame como si
no hubiera un mañana porque para ti y para mí no lo hay. Mantengamos en la
memoria mis tacones y tu camisa blanca como los fetiches que elegimos. Brindemos
con cualquier excusa y dejémonos ir.
Los buenos amantes
de verano se quedan para siempre... Contigo dentro.