jueves, 21 de agosto de 2014

Hagamos de este polvo un gran polvo.





"Kamasutra" Milo Manara



Este verano he tenido un amante. Uno de los que no se intimidan por la altura de mis tacones, ni por la gravedad de mi tono de voz. Uno de esos que no se escandalizan cuando les pido que me hagan, de los que no paran haciendo de la una y media de la madrugada, mi hora canalla. 

Llevo desde la adolescencia despidiéndome a finales de agosto del que tocara. Del melodrama juvenil he pasado a una bacanal en la que las únicas arcadas salen de mi garganta. Teniendo en cuenta qué es lo que no me deja respirar ni tragar, apuesto a que este amante no se queja.. Seis semanas repletas de sexo. Mes y medio absolutamente salvaje. 

Dame toda la literatura que merece haber sido mi amante. 

Quiero esa lengua paseándose de arriba abajo. Horada con los dedos cada agujero hasta que esté tan mojada que asuste... No me dejes cerrar las piernas y aguántame hasta el final. 

Hagamos de este polvo un gran polvo. Juntos. Los dos. Metiéndomela en la boca entera y de un bocado. A mí la carne me gusta jugosa y henchida. Así, como ésta que es tuya y que ahora hago mía. 

Por mucho que me ataras, por más que me compartieras, por todas y cada una de las veces en las que fuimos infieles haciendo del sexo algo que no fuera un secreto. Esta noche esto se acaba. 

Así que fóllame como si no hubiera un mañana porque para ti y para mí no lo hay. Mantengamos en la memoria mis tacones y tu camisa blanca como los fetiches que elegimos. Brindemos con cualquier excusa y dejémonos ir.

Los buenos amantes de verano se quedan para siempre... Contigo dentro. 

jueves, 14 de agosto de 2014

Follar conmigo es muy fácil, lo jodido es que repita.



Zapatos de Iron Fist


Ojalá en todas las camas por las que pase tenga siempre a mano unos buenos zapatos de tacón. Disfruto con esta parafernalia tan sencilla y me lo paso aún mejor sabiendo que te mueres por follarme entaconada. 

Debía de tener quince años la primera vez que me imaginé así; era una de mis fantasías sexuales y por supuesto, no tardé ni cinco años en hacerla realidad. Pocas cosas reportan más satisfacción que incorporar a tu vida cotidiana aquello que imaginaste perfecto. pavonearme con unos tacones de 11 centímetros repasándote la verga me sale divino. Te lo aseguro. 

Disfrutaré de la merienda hasta ponértela durísima. Me sentaré sobre ella y tú usarás mis caderas como volante para que conduzcamos juntos. Qué suerte tengo de que estés en mi cama. Y de que pueda escuchar tus gruñidos bien nítidos hasta que nos corramos. 

Lo bueno es decorar este polvo con toda la parafernalia que elijamos. Con tejidos de látex o lencería que piden a gritos que me los cubras a mordiscos. O que me folles a pulso. Me gusta con todo lo aparatosa que soy, ser la protagonista absoluta de toda esta película nuestra. 

Soy egocéntrica, ¿no te lo dije? 

De las que quieren un sexo honesto todos los días de su vida. Tan real como para que sea contigo, con besos de esos que saben dulce, con amor cuando encarte y sin él cuando nos sobre, sudando como pollos porque es verano y calentándonos cuando venga el frío. 

Creo en la absoluta necesidad de permitirnos el inmenso lujo de elegir qué queremos, cómo lo queremos y con quién queremos hacerlo. No hay otra manera de que la vida nos salga bien. Prometo ser más permisiva con los éxitos y fracasos que pueda encontrarme. Dejo sólo para mi cama la imprescindible obligación de hacer todo lo que me dé la santa gana.  

Y lo haré contigo o sin ti.

Si follar conmigo es muy fácil... Lo jodido es que repita. Así que cuenta cuántos polvos llevamos juntos. 
   

jueves, 7 de agosto de 2014

Aquí se viene muy bien follado.


Anuncio de Calvin Klein Jeans



Hay que ser muy valiente para tener pareja estable y acostarse con otro. Con lo fácil que es cumplir una rutina como si estuvieras en el ejército. Follar una vez cada diez días, con suerte cada semana. Conoces tan bien a tu hombre que sabes que si empiezas chupándosela y metiéndotela entera en la boca, a la tercera mamada, te pones encima,  empujas cuatro veces... Y se corre. 

Tienes una colección de zapatos de tacón que no pisan asfalto debajo de tu cama. Los negros de cocodrilo colocados a la altura de su pecho, que pueda agarrártelos... Y en diecisiete minutos como mucho, estáis los dos gritando. 

Miras el reloj que está encima de la cama. Te gusta que aún te queden horas de sueño.

Por menos de 20 minutos de sexo más bien rico, sacias tu hambre. Si sigues en esa cama es porque la compartes con la persona que mejor te folla.. Simplemente quieres más y con otros. Eres peleona; te gusta comparar y que te comparen. 

No hablo de cuernos sino de poliedros sexuales. Guillermo llamó por teléfono en Contigo Dentro  y lo explicó muy clarito. Tríos, orgías, intercambio de parejas y sólo en algunos pocos casos poliamor. Sexo de varios elementos que se combinan a su antojo sin que exista la más mínima duda de que todos saben lo que hay. 

Melodramas los justos, por favor. Aquí se viene muy bien follado. 

Empieza todo como un juego de dos. Sólo entre él y yo. Calentándonos mutuamente. Comiéndonos la boca, sobándonos las ganas. Uno, dos, tres. Cuatro elementos, si puede ser. 

En cada roce una rozadura, en cada beso un sabor. 


Una mano igual de grande que la suya aferrándome de las caderas, colocándome para que me empale una verga. Entra otro a clavar. Disfruto la estocada aunque sólo sea porque es nueva, mientras ahí enfrente, delante de mí, el hombre con el que mejor sexo tengo, empuja dentro de otra hembra. 

Qué quieres; folla así de bien...

Es difícil sentirse más poderosa. Supérenlo si pueden pero conmigo ahórrenme el argumento de su monogamia.  

A mí no me engañan.