Mi economía más que de guerra es ya de postguerra. Y me chifla la ropa, sobre todo estilosa, de diseñadores más o menos desconocidos, no soporto los logotipos visibles y calzo un 39 y medio. Apañadita estoy, vamos. Pero estoy en casi todos los mailings de out-lets de Madrid y tengo unos cuantos contactos que se acuerdan de mí cada vez que se celebra uno. Así que me entero prácticamente de todos.
Llevo meses sin ir a ninguno precisamente porque, como ya he dicho, no tengo un puto duro. El miércoles pasado decidí que me merecía un caramelito. Así que he apartado 200 € para dedicarlos única y exclusivamente a mí y me he lanzado a las calles a patearme el "camino de la ganga" de los destocajes madrileños. Los había para todos los gustos y con los más jugosos reclamos: desde el que te ponía a Pitita como ejemplo de lo que realmente aspiras hasta los que se montaban en el garito de moda de la Puerta de Alcalá y usaba de anzuelo los nombres de las mejores firmas del panorama. Originales y exquisitos, por si acaso.
Estoy agotada.
La primera jornada la compartí con mi amiga Marta que no sólo me hizo de avanzadilla en uno de ellos para llamarme después y decirme si merecía la pena o no, sino que además me descubrió una de las tiendas más secretas y exitosas del momento, ésa que no pienso desvelar ni bajo tortura...
Hoy he complementado el fin de semana con mis dos hombres, el padre y el hijo, para que no se me quedara nada en el tintero. Por seguridad.
También me dejé caer por las que todos conocemos y me abastecí de ropa interior nueva que sí que era impresindible. Cosas de haber perdido una talla de sujetador pero no de braga; desgraciadamente si hubo Out Let de "La Perla", "Oysho" o siquiera "Woman Secret" no me he enterado.
Ha sido fantástico.
El sábado me compré unas sandalias estupendas y baratísimas que esta mañana he cambiado para regresar con unos zapatos de tacón negros de "G-Star" con los que además podré trabajar monísima sin problemas. Sí, Marta: de tacón y negros, justo lo que no necesitaba ni buscaba.
Hoy, un abrigo verde botella de "Miss Sixty" que por supuesto tampoco necesito pero que es estiloso como él solo. Curiosamente procede del mismo Out Let con sección de "Italianos" en el que estaba el mismo vestido que encontré en esa tienda innombrable. A mí me costó justo la mitad. Así que la divina del Out Let más cool poquito de morro también tiene aunque no me cabe la menor duda de que el futuro es de color amarillo y no lo digo porque sea la tonalidad de moda.
Y lo mejor, voy a ser precursora de la moda veraniega por obra y gracia de un sombrero de paja con plumas y piedra que he conseguido.Vamos que me he puesto las botas y aún me sobra un 25% del presupuesto asignado. Un triunfo.
Y oye, no es que vaya yo ahora a dar la razón a los tíos que aseguran que nos curamos la depresión yéndonos de compras... Pero también que bien voy a dormir esta noche. Con la falta que me hace...
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