Lo he decidido. Ya sé a qué me quiero dedicar. Me quiero dedicar al porno.
Así dicho suena estrambótico, ¿verdad? Puede hasta parecer que he decidido ganarme la vida del mismo modo que la otra, la famosa, la que por un azar del destino utiliza mi nombre para su artisteo y, como es lista, lo ha registrado en patentes y marcas. Vamos que menos mal que firmo este blog con pseudónimo, si no me empapela. Pero no, la barcelonesa puede estar tranquila. Ella hasta escribió un libro; mi hermana se quedó impresionadísima porque no la conocía de nada y un día en el aeropuerto casi se cae de la emoción cuando vio un kiosco repleto de libros con mi nombre en la solapa. "Por fin", pensó mi pobre. Claro, se quedó de piedra al leer el título : "Memorias de una pornostar". Desafortunadamente no era mío. No, mi vida sexual no tengo ni idea de si ha sido intensa, peculiar, divertida o dramática. Como la de todos, imagino. Pero actriz porno lo que se dice actriz porno... Sólo cuando me ha dado el punto. ¡Y bordo el papel!
Así dicho suena estrambótico, ¿verdad? Puede hasta parecer que he decidido ganarme la vida del mismo modo que la otra, la famosa, la que por un azar del destino utiliza mi nombre para su artisteo y, como es lista, lo ha registrado en patentes y marcas. Vamos que menos mal que firmo este blog con pseudónimo, si no me empapela. Pero no, la barcelonesa puede estar tranquila. Ella hasta escribió un libro; mi hermana se quedó impresionadísima porque no la conocía de nada y un día en el aeropuerto casi se cae de la emoción cuando vio un kiosco repleto de libros con mi nombre en la solapa. "Por fin", pensó mi pobre. Claro, se quedó de piedra al leer el título : "Memorias de una pornostar". Desafortunadamente no era mío. No, mi vida sexual no tengo ni idea de si ha sido intensa, peculiar, divertida o dramática. Como la de todos, imagino. Pero actriz porno lo que se dice actriz porno... Sólo cuando me ha dado el punto. ¡Y bordo el papel!
Lo que quiero es presentar un programa porno al estilo del que tiene Canal + los viernes por la noche, justo antes de la peli de rigor, "Mundo X" se llama. Es buenísimo
Total, si a mí lo de peliculera ya me viene, lo único que tengo que hacer es sacarle provecho a que además me guste el porno. Porque a mí me chifla el porno. Supongo que tuve un maestro sublime, de esos que llegan un buen día, se te plantan en la vida en mitad de tu época universitaria y te la alegran por inercia. Porque son maravillosos. Y los quieres de por vida. Yo a Rafa lo querré toda mi vida. Sólo recordarle con su amigo Mario explicándome la diferencia entre una película europea y una americana, dentro de las europeas distinguir una francesa de una nórdica y una de Mario Salieri de otra cualquiera... Es uno de los recuerdos más divertidos que tengo de mis veintipocos...Y luego mi vida ha transcurrido con una normalidad pasmosa, que por mucho que quieran demonizarlo ni me he quedado tarada, ni me avergüenza reconocerlo. Hay un porno maravilloso que es totalemente imprescindible y no agrede la dignidad de las personas. A ver cuántos programas existen así en televisión. Sobre todo, a ver cuántos políticos pueden creerse mejores individuos por no bajarse los pantalones en público y joder a desconocidas... Yo bien pocos. Soy una gran defensora de esas películas con una iluminación cuidada, ambientaciones con toques kitsh y parpadeos de pestañas kilométricas. De mujeres con tacones brillantes que alzan la grupa hasta el cielo para ser penetradas por hombres dibujados perfectos. Me muero por entrecerrar los ojos y gemir con esa cadencia sinuosa que casi me sale cuando tengo que ejercer mi derecho al voto y no encuentro la papeleta que defina mi idelología. Y ahora encima ya hay películas pornográficas en 3D. Ríete tú de la emoción de "Avatar" después de ver una de estas películas en 3D. Hablar en un programa de televisión de estas pequeñas y desconocidas obras de arte y de todo lo que puede rodear al porno incluyendo la literatura me parece un auténtico privilegio. Yo sé hacer televisión y me gusta el porno; así que voy a explotarlo.
Al fin y al cabo es el género más placentero que existe, lo que ocurre es que está totalmente denostado. Y a mí me hace muchísima gracia y me encanta. No me da dolor de cabeza, no me deja compungida, no me desgarra como un montón de guiones que siento en muchas de las situaciones que me salpican diariamente. Es simplemente sexo. Nada más y nada menos que sexo. Perfecto. Acabo de enterarme de que existe hasta una revista en árabe que habla de erotismo (no de sexo; son dos cosas bien diferentes) y me ha parecido algo tan delicado y delicioso como Radiguet. Con ambas cosas estaría encantada, no hay nada como el Marqués de Sade para respirar y Milo Manara para suspirar. Si jadeamos entramos ya en otros autores. Y yo no sé tanto como Rafa pero estoy segura que como de tele sé un ratito (tampoco la que más sabe, pues no me queda ni nada.) imagino que lo haría estupendamente porque me divertiría lo que no está en los escritos. Así que quiero presentar un programa como ése. Qué rabia que la presentadora lo haga tan bien, si no lo intentaba.
Total, si a mí lo de peliculera ya me viene, lo único que tengo que hacer es sacarle provecho a que además me guste el porno. Porque a mí me chifla el porno. Supongo que tuve un maestro sublime, de esos que llegan un buen día, se te plantan en la vida en mitad de tu época universitaria y te la alegran por inercia. Porque son maravillosos. Y los quieres de por vida. Yo a Rafa lo querré toda mi vida. Sólo recordarle con su amigo Mario explicándome la diferencia entre una película europea y una americana, dentro de las europeas distinguir una francesa de una nórdica y una de Mario Salieri de otra cualquiera... Es uno de los recuerdos más divertidos que tengo de mis veintipocos...Y luego mi vida ha transcurrido con una normalidad pasmosa, que por mucho que quieran demonizarlo ni me he quedado tarada, ni me avergüenza reconocerlo. Hay un porno maravilloso que es totalemente imprescindible y no agrede la dignidad de las personas. A ver cuántos programas existen así en televisión. Sobre todo, a ver cuántos políticos pueden creerse mejores individuos por no bajarse los pantalones en público y joder a desconocidas... Yo bien pocos. Soy una gran defensora de esas películas con una iluminación cuidada, ambientaciones con toques kitsh y parpadeos de pestañas kilométricas. De mujeres con tacones brillantes que alzan la grupa hasta el cielo para ser penetradas por hombres dibujados perfectos. Me muero por entrecerrar los ojos y gemir con esa cadencia sinuosa que casi me sale cuando tengo que ejercer mi derecho al voto y no encuentro la papeleta que defina mi idelología. Y ahora encima ya hay películas pornográficas en 3D. Ríete tú de la emoción de "Avatar" después de ver una de estas películas en 3D. Hablar en un programa de televisión de estas pequeñas y desconocidas obras de arte y de todo lo que puede rodear al porno incluyendo la literatura me parece un auténtico privilegio. Yo sé hacer televisión y me gusta el porno; así que voy a explotarlo.
Al fin y al cabo es el género más placentero que existe, lo que ocurre es que está totalmente denostado. Y a mí me hace muchísima gracia y me encanta. No me da dolor de cabeza, no me deja compungida, no me desgarra como un montón de guiones que siento en muchas de las situaciones que me salpican diariamente. Es simplemente sexo. Nada más y nada menos que sexo. Perfecto. Acabo de enterarme de que existe hasta una revista en árabe que habla de erotismo (no de sexo; son dos cosas bien diferentes) y me ha parecido algo tan delicado y delicioso como Radiguet. Con ambas cosas estaría encantada, no hay nada como el Marqués de Sade para respirar y Milo Manara para suspirar. Si jadeamos entramos ya en otros autores. Y yo no sé tanto como Rafa pero estoy segura que como de tele sé un ratito (tampoco la que más sabe, pues no me queda ni nada.) imagino que lo haría estupendamente porque me divertiría lo que no está en los escritos. Así que quiero presentar un programa como ése. Qué rabia que la presentadora lo haga tan bien, si no lo intentaba.
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